miércoles, 19 de julio de 2017

Después de tanto tiempo

Y ahora que ha pasado el tiempo, me sigues haciendo daño desde la distancia. Y no por lo que hicieras o dejaras de hacer, sino por lo que me has hecho ser, y en lo que me has convertido ahora.

No hay un solo día en el que no me acuerde de ti; de tus celos y tus recelos, de tus manías, de tu obsesión por controlarlo todo, de tus tremendos enfados y de tus absurdas maneras de intentar arreglarlo. Y parece mentira que después de tantísimo tiempo, tanto que dicen que con el tiempo todo se cura y todo lo malo se olvida, pueda revivir palabra por palabra, sentimiento por sentimiento todos aquellos malos momentos que viví contigo y, sobre todo, el hecho de que los pocos buenos momentos hayan quedado fuera de mi memoria, casi por completo.

Entonces, te preguntarás por qué te recuerdo a diario; y el problema es que ahora vivo con el miedo de comportarme como tú, de convertirme en lo que tanto he odiado y en lo que, a veces, tanto miedo me ha dado, y lo peor es que me sale. Y me parece ridículo, que lo que un día me hizo tanto daño se haya vuelto parte de mi, y que me haga comportarme como tú, aunque intente con todas mis fuerzas evitarlo.

Ahora también tengo miles de dramas innecesarios, de celos y de manías, y una extraña obsesión de intentar controlarlo todo, todas esas mentiras que yo imagino en mi cabeza, porque tu me enseñaste que era lo que debía imaginarme.

Y no sé qué hacer, cómo salir de esto, porque nunca nadie debería sufrir de esa manera y menos de mi mano. Así que, gracias por no aportarme nada, y quitarme tanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario