lunes, 5 de septiembre de 2016

Septiembre

Un año más, el mejor mes del año vuelve a mi vida cargado de cambios, fuerza y esperanzas para continuar y seguir creciendo. Termina el verano, y es hora de cortar por lo sano y, con las pilas bien cargadas, coger al toro por los cuernos de nuevo y volver a la rutina, pero sabiendo que todo será distinto

Me planteo porqué a nadie le gusta tu llegada. Será porque eres como un lunes de después de un puente, que se hace cuesta arriba e imposible de superar; porque se acaba el verano, las hojas de los árboles se caen y los grados del termómetro bajan de la misma manera que subían hace unos meses, como la espuma. Los días empiezan a ser más cortos y las noches más largas, y la ropa de este mes es tan dispar que hay días que no eres capaz de quitarte la sudadera y días que hasta el bañador te sobra. Vuelve la rutina, las clases, el trabajo, y la cuenta atrás diaria esperando que llegue el fin de semana, como si de algo sirviera retomar las vacaciones aunque sea por un par de días.

Pero no todo es malo, será porque para mí septiembre es un mes muy especial lleno de fechas importantes marcadas en el calendario, o porque es un mes de reencuentros, de vuelta a la normalidad, de no tener tiempo para aburrirte porque tienes mil cosas que hacer y miles de conversaciones pendientes para ponerte al día de todo lo sucedido en verano.

Es un mes de comienzos, porque para mí, el año no comienza en enero sino en septiembre, con cada curso, con cada propósito que nunca se cumple, con cad a "este año estudio día a día", con cada "voy a hacer ejercicio por lo menos 4 o 5 días a la semana", o con cada "este año cuando se acerquen los exámenes no pienso salir de cervezas"

Septiembre, qué bien suena tu nombre y qué bonito todo lo que auguras. Al fin y al cabo, el cambio de estación se lleva con el viento todo lo que has dejado atrás y solo quedan fuerzas y ganas de mirar hacia adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario