martes, 28 de abril de 2015

Equivocación perjudicada.

Y puede que esté sacando las cosas de quicio, o quizás simplemente me haya dado cuenta de que tenías razón en eso de que no sirves para que te quieran, que no eres consciente del daño que puedes llegar a hacer con tus actos y que, claramente, por mucho que quisieras aclararte y no hacerme daño, me has jodido pero bien.
Porque he pasado meses, tal vez un año, intentando acercarme a ti; intentando que me aceptes, aprendiendo de ti y creyendo que eras la persona que más se parecía a mi proyecto de pareja perfecta, pero me equivocaba.
Me equivocaba y me equivoqué, porque quizás abordé el tema antes de tiempo, quizás no estabas preparado y te asustaste, o quizás simplemente te ha hecho falta que te demostrara lo importante que eras para mí para motivar que sacaras lo más ruín y mezquino que existía dentro de ti.
Simplemente te escribo esto para que sepas que cometí el error de creer conocerte, de confiar en ti y, sobre todo, de enamorarme hasta las trancas de alguien que, aun sabiendo el miedo que me daba que me hicieran daño, ha actuado como le ha venido en gana haciéndome sufrir como hacía mucho tiempo que nadie hacía.
Gracias por demostrarme que nunca debí confiar en alguien como tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario